lunes, 15 de agosto de 2011

Katherinne Carrazco Cruz
12-agosto-2011
CRATILO O DEL LENGUAJE

INTRODUCCIÓN

Platón es el autor de las reflexiones más antiguas registradas respecto al lenguaje y es uno de los que encabeza la lista de pensadores más influyentes de todos los tiempos.
En su diálogo Cratilo o del lenguaje reproduce los debates que son expuestos por Sócrates acerca de la arbitrariedad y sobre la analogía o anomalía del lenguaje y cuándo esto sucede. En el se afirma que las palabras o los enunciados se parecen a las cosa que se nombran. Cabe mencionar que esta es una de las primeras posturas acerca del lenguaje y de su estudio, pues tiene por objeto la naturaleza del lenguaje o es al menos lo que buscaba su autor.
En esta obra de Platón la historia de la lingüística se ha apreciado bastante ya que es el antecedente de la teoría del signo lingüístico. Esta misma podría ser considerada como una reflexión acerca del lenguaje pues crea la capacidad del “nombre” para designar, señalar y sobre todo conocer las cosas.

En el texto de “Cratilo o del lenguaje” podremos observar que, entre los diálogos de Platón, es uno de los que más problemas plantea ya que hay numerosos detalles de los que se hablan como: que los personajes muestran una posición relativa en el diálogo, problemas con la identificación de los nombres correctamente, relación de sus teorías con las corrientes de pensamiento de su época y de épocas anteriores, así como la valoración del largo pasaje de las etimologías, entre otros.
Se puede observar que el Cratilo se estructura sobre la base de dos conversaciones que son sucesivas entre Sócrates con Hermógenes y Cratilo, y veremos como este diálogo se ocupa principalmente de la rectitud de los nombres, es decir, de las funciones de denotación y connotación que ha de cumplir el hombre para hacer posibles enunciados, verdaderos y falsos, ayudando a descubrir con ello la naturaleza de las cosas, pero al mismo tiempo Platón nos ayuda con el, a entender su teoría acerca de la verdad.

El análisis en particular se ira dando a través de los diversos problemas que se encontraron a lo largo de los diálogos de Cratilo tratando de mencionar a todos los personajes que participaron en él y sobre todo ver sus puntos de vista y lo que anhelaban conseguir o al menos aquellas ideas que tenían entonces.

El autor Francisco Bravo en su texto “Verdad y teorías del lenguaje en el Cratilo de Platón” nos hace un análisis acerca del texto el cual servirá de referencia, ya que de este se hablara durante el trabajo. Este autor nos menciona algunos problemas que tuvo Platón referente a Cratilo debido a que conforme transcurren los diálogos y debates que ahí surgen, se puede percatar que muchos de los diálogos cuentan con palabras de difícil comprensión entre otras cosas.

DESARROLLO

1-Uno de los problemas que se trata en el análisis es que numerosas ocasiones se utilizan expresiones griegas que para el idioma moderno, como lo dice el autor Bravo, es un poco difícil su traducción, pues se repiten y aparecen desde el principio hasta el final del texto haciendo la lectura un poco incomprensible del todo debido a esa falta, ya que a las personas que no conocen ese idioma puede resultarles un poco complejo hacer traducción de ello.

En Cratilo se hace referencia a grandes palabras en griego que para su traducción en otros idiomas estas cuentan con diversos significados muy semejantes entre sí, lo cual hace un poco difícil entenderla por completo, pues no se sabe correctamente cual es el que termina por ser el adecuado.

Es fácil decir que lo que quiso Paltón en este texto fue ocuparse de las palabras, aunque muchos especialistas más llegan a la conclusión de que no es ese el significado de lo que proviene de la palabra en griego sino que realmente no se sabe la correcta traducción de este.

El Cratilo habla de un gran número de temas importantes en filosofía del lenguaje, lógica filosófica y metafísica. P. Shorey, uno de los autores que también analizó el texto de Cratilo, sostiene que el tema fundamental es la relación del lenguaje con el pensamiento y la realidad, y con ello L. Robin cree que lo más importante de esta obra son algunas de las reflexiones sobre el lenguaje, teniendo así relación con ciertas teorías modernas. Por ello es que estos autores llegan a decir que lo que realmente se quiso a dar a entender con el vocablo en griego acerca de lo que se escribió en el texto no fue “palabra” sino “nombre”.

Otro de los autores que parece estar de acuerdo con que lo que el Cratilo quiso dar a conocer no fueron las palabras o el lenguaje sino los nombres es Richard Robinson, sin dejar atrás que el nombre para Platón es la parte mas pequeña del lenguaje, creando de esta manera una filosofía del lenguaje.

Se podría llegar a decir que entonces lo que realmente se estudia es el origen del lenguaje y por tanto el de los nombres; el autor Meridier opina que Platón piensa sobre tal origen pero, para algunos autores como J. Sallis esto es totalmente opuesto a lo que los otros dicen, pues según él el intento de descubrir los nombres originales sólo se entiende en función del problema central de la rectitud del nombre, y éste es, para la mayoría de los especialistas, el problema fundamental del Cratilo .

Robinson critica algunas pretendidas razones de crítica externa e interna. Él nos dice que de manera externa, es innegable para él que el origen de los nombres haya llegado a ser un tema muy discutido entre los griegos cultos de aquella época; e internamente, el diálogo plantearía una serie de preguntas relativas a los orígenes, es decir, a aquellos hombres que establecieron los nombres, refiriéndose a los primeros habitantes de Grecia. Aunque se debe hacer énfasis en la razón de critica externa ya que es insuficiente para probar que el Cratilo se ocupa del origen de los nombres.

Lo que en Cratilo se ha tratado de averiguar es qué funciones ha de cumplir el nombre para hacer posibles los enunciados verdaderos y ayudar a descubrir la naturaleza de las cosas, y al parecer éste es otro aspecto del problema del Cratilo en términos más modernos.

Realmente el Cratilo no examina en él si los nombres son correctos, sino cómo lo son ya sea por pura convención, por naturaleza o de alguna otra manera.

2- Otro de los problemas que al parecer surgen en el Cratilo es la corrección de los nombres. Este trata principalmente de lo que Hermógenes responde en los diálogos a cerca de que la corrección del nombre es un asunto de convención y acuerdo entre los hablantes, e incluso de decisión de uno solo de ellos . Su punto de vista implica que la naturaleza no asigna ningún nombre en propiedad a ningún objeto, además, supone que la relación entre el nombre y el nominado es accidental, lo cual va a depender del acuerdo de dos o más hablantes, de la costumbre de tal o cual comunidad o incluso de la decisión de un solo individuo.

Para los autores Ogden y Richards las relaciones entre las palabras y las cosas son indirectas y casuales.

Es un poco imposible analizar la filosofía del lenguaje que se encuentra por detrás a esta postura de Hermógenes, pues parece ser una teoría muy filosófica que considera el nombre como una cosa que forma un solo cuerpo con la cosa que dijo el que expresa, y no como un dennotante que remite a un denotado, ni como un connotante que revela las características de este último, aunque si el nombre y el discurso no remiten a nada, tendrá que ser forzoso establecer entre la palabra y la cosa un vínculo que facilite las relaciones existenciales, lo cual invoca Hermógenes en los diálogos.

En contra de lo que cree Hermógenes, Sócrates trata de sugerir que el nombre parece tener, no sólo una denotación que va a remitir a un objeto extralingüístico, sino también una connotación, que será la que transmitirá la idea que el sujeto se hará acerca de aquél. Para demostrarlo Sócrates, recurrió a utilizar por primera vez el concepto de “verdad”, aunque mejor dicho el de “verdad epistemológica”, sosteniendo con el acuerdo de su interlocutor: que habrá un discurso verdadero y uno falso donde el verdadero nos dirá las cosas que son como son y el falso no dirá como no son.

Hermógenes insiste, sobre todo por lo que dice Sócrates, en que cada objeto tendrá todos los nombres posibles que se le atribuyan en el momento en que se le asigne siendo así todos ellos verdaderos aunque la esencia misma de las cosas varíe con cada individuo.

Se habla de la verdad la cual se da no sólo en las cosa sino también en las acciones las cuales forman parte de la realidad y fundan una verdad práctica, la cual Platón no la distingue aún de la producción, como lo hizo Aristóteles, aplicándola a la acción de nombrar, que es parte de la acción de hablar.

Sócrates también examina la acción de hablar debido a que es una acción que gira en torno a las cosas, teniendo de esta manera su propia naturaleza la cual obtendrá un nombre por resultado y según él este es un instrumento que sirve para capacitar acerca de lo real, para poder comprender y aclarar la esencia de las cosas y de las acciones y por lo tanto será la naturaleza de la que el nombre debe dennotar y connotar.

3- Otro de los problemas que se analizaron se baso en las condiciones de la corrección natural pues podemos ver como la primera conclusión a la que se llega en el diálogo entre Sócrates y Hermógenes es que Cratilo tiene razón al sostener que los nombres pertenecen a las cosas por naturaleza y Hermógenes acepta esta tesis.

Sócrates por su parte consultara a Homero, entre otros poetas, para analizar los procesos de la generación natural y los que no son naturales. La primera condición de posibilidad ante estas dos relaciones tratará, en todos los casos, de descubrir el método para lograr que la esencia del objeto se manifieste en el nombre y pueda cumplir sus funciones de denotación y connotación.

Sócrates también aborda el tema de los nombres primitivos el cual consiste en revelar la naturaleza de cada ser, aunque se plantea que esto ha de ser un poco difícil pero lo que hizo Platón fue decir que cada cosa tiene su sonido, su color y su propia pero sobre todo una esencia pues según él, la función del nombre es imitar la naturaleza misma de la cosa.

A esto Sócrates propone un método mas viable que consiste en distinguir los elementos de los nombres de las diferentes especies de letras, pero Platón resuelve esto haciendo ver que la corrección solo puede resolverse dentro de la verdad.

Cratilo acepta la definición de hacer ver la naturaleza de la cosa confirmando que los nombres están hechos para instruir, también arguye acerca de que si los nombres no atribuyen a cada objeto lo que le conviene y se le asemeja entonces serán simplemente sonidos vacios, así como también niega que existan nombres inexactos.

4- Ahora dentro de el Cratilo también se habla acerca de el problema que existe de la corrección al problema de la verdad lo cual exige reconocer precisamente que las imágenes están lejos de tener el mismo contenido que los objetos de que son imágenes, o que el nombre puede estar bien o mal establecido , lo cual lleva de nuevo al punto de la rectitud de los nombres ya que la condición esencial para que esté bien establecido es el mismo que el de una definición bien formulada y para ello Sócrates dice que debe tener las letras apropiadas al objeto o al rasgo del cual le es característico. En esta ultima observación Platón nos esta haciendo referencia a una doble relación que es la de la connotación, la cual no es solo el objeto extra – mental sino también la idea que un sujeto de hace de el, junto con la dennotacion.

Para Cratilo la forma propia del nombre es: saber el nombre para saber las cosas, pero Sócrates sigue sosteniendo que el nombre no designa sólo el objeto. La respuesta a priori que dio Cratilo acerca de lo que opina Sócrates fue que entonces no existieron los nombres.

5- Uno de los últimos problemas que se hallaron dentro del análisis del texto fue el de la verdad a la teoría de las formas el cual trata acerca de la oposición de Sócrates con Cratilo donde Sócrates sostiene que se pueden aprender los seres sin ayuda de los nombres siendo una manera mucho mas legítima, es decir, que esto consiste simplemente en conocer las cosas por lo que son, haciendo de esta manera al hombre capaz de captar la realidad directamente o por simple intuición y no a través de un nombre en específico.

Pero realmente Sócrates no se percata de que Cratilo distingue algo muy parecido a lo que él sostiene ya que Cratilo ve la diferencia del nombre mismo y del nombre ordinario pues éste ultimo está hecho de letras y sonidos particulares, y él refería que “el nombre ideal es una unidad definida semánticamente, no hecha de sonidos y letras” .

Como lo menciona el autor J.L. Ackrill, en el texto de Bravo, el nombre de la especie puede ser mencionado por varios nombres ordinarios y Platón nos dice que el nombre-en-sí es, en realidad, la forma del nombre.

CONCLUSIÓN

Al final podemos concluir que el problema fundamental del dialogo no es meramente lingüístico sino el de la verdad en sus varias dimensiones, la cual refiere a la verdad ontológica que se identifica con el ser de las cosas; a la verdad epistemológica, la cual es la característica esencial del conocimiento en sentido estricto; a la verdad práctico-poética, correspondiente al ser de las acciones y las producciones.

El autor quiere mostrar que el problema de la rectitud de los nombres no puede plantearse ni resolverse al margen del problema de la verdad en su conjunto.
Realmente lo que Platón quiso establecer fueron las condiciones de posibilidad de los diferentes tipos de verdad y las vías de acceso a cada una de ellas.
Respecto al diálogo se puede decir que la intención de éste es negativamente combatir tanto el relativismo ontológico de Heráclito, larvado en el naturalismo movilista de Cratilo, como el relativismo gnoseológico de Protágoras, larvado en el convencionalismo lingüístico de Hermógenes .

Después de haber analizado un poco mas el texto se puede entender que Cratilo siempre defiende a los nombres, ya sea en la lengua griega o de otro tipo y Hermógenes, por el contrario, opina que no se da otra correspondencia en una denominación que él uso.

La cosa en sí o verdad ontológica de la que dependen todas las otras dimensiones de la verdad, incluida la verdad onomástica, no es otra que las Formas. Es, según el Platón de éste y los diálogos venideros, el único ser que está siempre en el mismo estado y es siempre el mismo. Sólo él es, por absolutamente ser absolutamente cognoscible y, por tanto, sujeto de la verdad epistemológica absoluta .

Es por ello que se puede decir que el Cratilo no es simplemente un dialogo sobre la rectitud de los nombres y para ver de donde provienen, sino que también es una introducción acerca de la teoría platónica acerca de la verdad.

Según Platón, el conocimiento de la verdad de las cosas debe anteceder al de las palabras, que son sus imágenes siendo así también la dialéctica la que nos conduce a ella.

Por otra parte, es muy cierto que el Cratilo plantea en el diálogo el problema del conocimiento, dejando sin definir los medios para tratarlo así como tampoco señaló los límites que éste tiene.

Puede de igual forma notarse que Platón abordó ese problema del origen del lenguaje de cierta manera con el pensamiento ocupado en una dialéctica de ideas, es decir, con una metafísica como base.

La obra como tal es un poco difícil de interpretarla ya que excede el ámbito del lenguaje ya que durante el diálogo se citan algunas preguntas que en ocasiones es un tanto complejo de encontrarles un buen sentido y porque combina la historia con algunos mitos.
Algunos de los autores mencionados en el trabajo, como Robinson, mencionan en opiniones, que realmente el diálogo o el debate que se tuvo en Cratilo no tiene algún cierre y es algo que comparto con él, ya que sí funciona de alguna manera para darle el espacio a una discusión seria en el sentido de que en ese entonces se propusiera la idea de estudiar o entender la lengua y no solo en esa época sino hasta ahora , pero la verdad con algunas de las contradicciones a las que los personajes llegaban constantemente pues parece que este no llega a ninguna conclusión que sea realmente definitiva.
En general realmente el texto, aunque muchos digan que es de los primeros acerca de los estudios y orígenes del lenguaje, al leerse y reflexionarse me parece que no está de mas descartar que cuando uno lo lee parece ser como actuado, es decir, que no se hace con mucha seriedad, es simplemente algo que puede llegarse a pensar, pero aparte de que es muy interesante para ir conociendo lo que pensaba Platón en ese entonces, fue bueno hacerse muchas de las cuestiones que él mismo planteó en Cratilo, pero al final del mismo no me gusto pues Cratilo deja muy abiertamente lo que se debatió con el fin de que Sócrates lo analizara mejor.

BIBLIOGRAFÍA

*Platón. Cratilo o del lenguaje. 1ª edición. Madrid, 2002. pp. 173.
*s/n, Platón “Cratilo”: introducción, Dirección URL: http: //www.cayocesarcaligula.com.ar/grecolatinos/platon/cratilo/cratilo_intro.htmlPL, [Consulta 10 de agosto de 2011].
*Francisco Bravo, Verdad y teorías del lenguaje en el Cratilo de Platón, Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118), 67-77, Enero-Agosto 2008, Dirección URL: http://www.latindex.ucr.ac.cr/filosofia-117-118/fls-2008-117-07.pdf, [Consulta: 10 de agosto de 2011].
*Lidia Rodríguez Alfano, Las ciencias del lenguaje, Ciencia UANL julio-septiembre 2005, año/vol. VIII, numero 003, Universidad Autónoma de Nuevo León Monterrey México, pp. 317-318, Dirección URL: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/402/40280301.pdf, [Consulta: 10 de agosto de 2011].