jueves, 18 de agosto de 2011

Aguirre Pessina Karla Cecilia

EL superhombre de las masas

Se trata de explicar la vocación popular, es decir, el comportamiento que tienen las clases populares y sus intereses comunes que provocan que las “masas” se comporten de tal o cual manera.

Específicamente se habla de Los misterios de París de Eugenio Sue y el porqué de su éxito entre el pueblo. Se explica que los personajes de ésta y otras narraciones como Montecristo o James Bond tienen a figuras o superhombres, es decir superiores, que se convierten en personajes que tienen problemas igual que el del resto de la población quienes se identifican con éstos por lo sobrenatural y súper poderes.

Se valen de lugares y situaciones comunes para los lectores, con problemas iguales a los de ellos que durante la trama se tratarán de solucionar.

Es en el comportamiento en masa (muta) en donde se dan los comportamientos más inesperados, pues un hombre dentro del enorme grupo es lo que podemos decir invisible por lo tanto se comporta de manera diferente a la que se comportaría de manera individual.

Los problemas ideológicos que se presentan en las novelas permiten que el público se apropie de ellas pues la identificación con su realidad es inmediata.

Canetti propone que la masa presupone siempre la existencia de relaciones de poder entre grupos humanos y, por tanto, una organización social compleja. Es necesario que exista una sociedad estratificada o jerarquizada, en la que uno o varios grupos estén sometidos a otro u otros grupos. La masa resulta del levantamiento o amotinamiento de los grupos inferiores contra los superiores: esclavos contra señores, soldados contra oficiales, negros contra blancos, pueblo contra gobierno, etc.

“La división de la sociedad en masas y minorías excelentes no es, una división en clases sociales, sino en clases de hombres, y no puede coincidir con la jerarquización en clases superiores e inferiores. Claro está que en las superiores, cuando llegan a serlo, y mientras lo fueron de verdad, hay más verosimilitud de hallar hombres que adoptan el gran vehículo, mientras las inferiores están normalmente constituidas por individuos sin calidad. Pero, en rigor, dentro de cada clase social hay masa y minoría auténtica.”[1]

Los lectores de estas novelas se consuelan o bien porque suceden cosas admirables o porque estos acontecimientos por más alocados que sean no alteran la realidad en la que viven. Pero a la vez, permiten que el público sueñe y se permita junto con el texto resolver la situación para regresarla como antes estaba, dejando en ellos un consuelo mistificador.

Bibliografía: Eco, Umberto, El superhombre de las masas, ed. Debolsillo, México, 2009, pp.192



[1] Tomado de http www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/Ortega_y_Gasset/Ortega_LaRebeliondelasmasas