martes, 6 de septiembre de 2011

El relato

Vázquez Patiño Carmen Yazmin.

Teorías de la comunicación I

06-09-11

El relato

Según el diccionario de la Real Academia Española el relato proviene del latín relātus, que significa conocimiento que se da, generalmente detallado, de un hecho. Siguiendo con este concepto, las sociedades a través de los tiempos se han visto envueltas desde los inicios, como afirma Barthes, en innumerables relatos. Es tanta la variedad de éstos que se pueden encontrar presentes tanto en los mitos, leyendas y obras literarias hasta en una pintura o una simple conversación.

La importancia de estudiar la estructura del relato rebasa el hecho de establecer al relato como una forma literaria más. Esta importancia radica en la comprensión de los sistemas narrativos y sus relaciones, pasadas y presentes, las cuales son esenciales para la comprensión del fenómeno comunicativo contemporáneo.

Según Barthes es necesario tener una teoría para poder describir y clasificar la infinidad de relatos. Para la formulación de esta teoría es necesario comenzar por establecer un modelo que nos proporcione los principios en los que se sostendrá dicha teoría. “En el estado actual de la investigación, parece razonable tener a la lingüística misma como modelo fundador del análisis estructural del relato.”[1]

Todorov coincide con Barthes al incidir que el relato necesita ser analizado desde una estructura basada en la lingüística y además propone dos nociones para describirlo: el sentido y la interpretación. El sentido permite la correlación de elementos dentro de la obra, mientas que la interpretación, por otra parte, es exteriorizada por el lector o crítico, se basa en un sistema que no es el de la obra sino el del crítico. “una descripción de la obra apunta al sentido de los elementos literarios; la crítica trata de darles una interpretación.”[2]

Barthes menciona que “el relato comienza en la historia misma de la humanidad”[3], es así que coincide con el origen de una de los géneros más antiguos del relato: la tragedia. Ésta, caracterizada principalmente por el restablecimiento doloroso del orden y el antagonismo entre el hombre y el cosmos, nos muestra tan sólo uno de los géneros más populares dentro de la literatura fantástica en donde los relatos serán acontecimientos irreales.

Dado que han existido reconocidos autores que transforman el relato bajo criterios ideológicos, tomando a la ideología como un “sistema de ideas, de representaciones, que domina el espíritu del hombre o un grupo social”[4], los relatos se producen universalmente y casi con una infinidad de géneros. Los autores suelen utilizar los Aparatos Ideológicos del Estado (AIE) para que los lectores se sientan identificados con la problemática del relato. Esta es una de las principales razones de la multiplicidad de los géneros del relato.

Dentro de las tragedias griegas es posible identificar que el relato que persiste en éstas fue evolucionando junto con la ideología e historia socio-cultural de Grecia. Existen tres trágicos reconocidos en donde se puede observar esta evolución: el primero es Esquilo quién mueve a sus personajes bajo los designios de Zeus, además de que sufren de una aguda fatalidad. Sus obras siguen una estructura invariable, simplemente sus personajes mueren o triunfan. El segundo autor trágico es Eurípides quien le concede a sus obras la reflexión del hombre como tal y la racionalidad.

El último de los autores es Sófocles quien probó en sus obras un mundo regido por leyes eternas encadenadas por los dioses pero además dio a sus personajes la capacidad de llevar una vida con principios éticos, soportar con nobleza adversidades y sufrimientos, además de luchar contra las debilidades del corazón.

Resumidamente la estructura de la tragedia griega, omitiendo las características propias de cada autor, se basa en la protagonización de los dioses griegos que ayudan o perjudican a los personajes, además juegan con lo irreal (los personajes y mundos fantásticos) combinado con la realidad propia de su historia. El factor primordial de las tragedias griegas es la vida de los personajes que está llena de desgracias que generalmente culminan con la muerte.

Parafraseando a Todorov dentro de su obra Introducción a la literatura fantástica, explica que el género de lo maravilloso es creado cuando el lector decide que un fenómeno sea explicado mediante nuevas leyes de la naturaleza, saliendo así de lo real. Es por ello que desde las tragedias griegas, y quizá desde tiempo aun más lejano, el relato juega con la visión lógica y a la vez irreal de la perspectiva del mundo.

Greimas, en contraste con Barthes, asegura que para comprender un texto literario no se debe limitar a la interpretación de los enunciados sino que “la lectura debería de operar con secuencias de enunciados articulados en relatos.”[5]Esto además de incluir el contexto en el que se encuentra inmerso tanto el lector como los personajes del relato. Lo más importante que señala Greimas es que el lector no debe considerarse como un invariante en la comunicación del relato, ya que para que éste tenga impacto en los lectores es necesario que las ideas se transmitan tanto al consciente como en el inconsciente.

Finalmente es necesario citar la visión del Superhombre de las masas de Umberto Eco, para terminar con la formulación de los elementos particulares del relato en los que convergen los autores citados anteriormente. Esta visón de un superhombre es planteada en diferentes obras literarias que Eco analiza desde una única perspectiva: como es influida la sociedad a través de obras que tienen dentro a un hombre mortal, con características agraciadas y una personalidad galante, que vive una serie de aventuras enfrentándose a sus enemigos (con características completamente contrarias a las suyas), en donde viva o muera resulta ser el héroe.

Es justamente ese héroe el que se convierte en una manera estereotipada para la sociedad, misma que lo convierte en este superhombre de las masas. Esta característica está contenida dentro de la mayor, sino es que en toda, la gama de géneros del relato.

En conclusión encontramos que todos los relatos son particulares entre sí, contienen características propias, pero general y unificadamente contienen características que resaltan diferentes autores. Estas características, explicadas con anterioridad, forman la estructura propia del relato y son:

· Sistemas narrativos relacionados con el pasado y el presente

· Utiliza la lingüística como modelo para su estructuración

· Hace uso de técnicas literarias

· Consta de un sentido y una interpretación

· Se basa en la historia misma de la humanidad

· Tiene una tragedia que envuelve su trama

· Mayoritariamente conserva una interacción entre el mundo real y el fantástico

· Contienen una ideología propia del autor y destinada para los lectores

· Se considera como un medio en donde actúa la comunicación

· Se ubica dentro de un contexto claramente definido

· Se centra en un superhombre que tiene impacto en las masas

· Enfrenta a sus personajes con oposiciones y contrastes de caracteres y valores

BIBLIOGRAFÍA

v Althusser Louis, Ideología y aparatos ideológicos de Estado, Buenos Aires, Nueva visón, 1988, obtenido de: http://moviments.net/espaimarx/els_arbres_de_fahrenheit/documentos/obras/1319/ficheros/Althusser_Louis_Ideologia_y_aparatos_ideologico.pdf

v Eco, Umberto. Vaisse del Dossier, Ana Nicole, (2002), Análisis estructural del relato, (Dorriots, Beatriz, trad.) México, Ediciones Coyoacán, (obra original publicada en 1996)

v Eco, Umberto, El superhombre de las masas, Barcelona, Editorial Lumen, primera edición 2007

v Tragedia,http://teoriascomunicacion0005.blogspot.com/2011/09/tragedia.html, consultada el 3 de septiembre de 2011.



[1] Umberto, Eco. Ana Nicole, Vaisse del Dossier, (2002), Análisis estructural del relato, (Beatriz Dorriots, trad.) México, Ediciones Coyoacán, (obra original publicada en 1996),p.8

[2] Ídem. p. 162

[3] Ídem. p. 7

[4] Louis, Althusser, Ideología y aparatos ideológicos de Estado, Buenos Aires, Nueva visón, 1988, obtenido de: http://moviments.net/espaimarx/els_arbres_de_fahrenheit/documentos/obras/1319/ficheros/Althusser_Louis_Ideologia_y_aparatos_ideologico.pdf, p. 20

[5] Umberto, Eco. Ana Nicole, Vaisse del Dossier, (2002), Análisis estructural del… Op. Cit. p. 39